El próximo domingo 28 de marzo los relojes se adelantan una hora y a las 2:00 serán las 3:00. Se conoce como el cambio horario y, se supone, que se ahorra energía con este movimiento, pero, ¿es cierto?

En España cambiamos de hora dos veces al año: el último domingo de octubre -se atrasa el reloj una hora- y el último domingo de marzo -se adelantan las agujas 60 minutos-. Se conocen como horarios de invierno y de verano respectivamente, y suponen un gran debate en la sociedad española.  Se supone que tiene ventajas en el ahorro energético, especialmente este cambio horario que está por suceder el próximo domingo 28 de marzo.

¿Cuándo comenzó el cambio de hora?

Benjamin Franklin fue uno de los grandes defensores del cambio de hora y fue a finales del siglo XIX cuando se establecieron los horarios actuales. En España no hubo horario unificado hasta el siglo XX y en 1918 se fijó el horario de verano, pero hubo muchas discrepancias en la Guerra Civil y también después de la guerra. Desde 1973 se han cambiado las horas ininterrumpidamente.

¿Hay un ahorro real de energía?

En este punto se genera un gran debate. Son muchas las voces que se levantan en contra de un cambio horario porque no suponen ningún beneficio. El problema radica en que no se analiza uno a uno cada país de la Unión Europea en el que se produce este cambio de hora. En España, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), se ahorra un 5% de energía. Es un porcentaje bajo pero que, sin embargo, supone un ahorro de 300 millones de euros, unos 6 euros por casa. En algunos casos este ahorro por hogar puede llegar hasta los 10 euros ya que al haber más horas de luz se consigue disminuir el consumo eléctrico.

También existen beneficios a nivel físico, ya que la luz supone toda una fuente de vitamina y favorece el estado anímico de las personas.