Los dos tipos principales de paneles solares comercializados son los monocristalinos, y los policristalinos. ¿Cuáles son sus diferencias, pros y contras? Descubrámoslo en el siguiente artículo.
Ambos comparten la característica de producir electricidad a través de la energía solar, y ambos se conforman de células, compuestas de silicio. Entonces, ¿Dónde está la diferencia? Básicamente en el tipo de célula.
Los paneles monocristalinos se componen de células hechas de un solo cristal de silicio, y los policristalinos se componen de células hechas de muchos fragmentos de silicio fundidos en conjunto.
-Comenzando por los monocristalinos, se puede concluir que tienen mucha mayor eficiencia y calidad. Esto se debe a que, al estar compuestos de un solo cristal, tienen más fluidez en su movimiento, y menos pérdidas.
-Siguiendo con los policristalinos, recordamos que en estos paneles no se usa un único cristal de silicio, sino varios fragmentos. Esto provoca que tengan una menor eficiencia, ya que a los electrones les cuesta más fluir. Una buena característica para diferenciar ambos paneles es que los policristalinos poseen un tono azulado, y los monocristalinos son más negros.
¿Cuáles serían los pros y contras de cada tipo de panel?
- Los monocristalinos presentan mejores características: más eficientes, mejor estética, gran vida útil, mejor comportamiento frente al calor… Su único contra es que son más costosos, pero acaba mereciendo la pena.
- Los policristalinos, a parte de ser menos eficientes y tener un peor comportamiento frente al calor, su fabricación se encuentra bastante más parada hoy en día. La única ventaja existente es que son más económicos que los anteriores.
Podemos concluir que, aunque los paneles policristalinos tuvieron una gran época de éxito, actualmente los ganadores en el mercado y los que aportan más rentabilidad, son los monocristalinos.
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